miércoles, 20 de octubre de 2010

¿Arte? o ¿Lucha?


La interrogante que da titulo al presente escrito es producto de una de las múltiples reflexiones a la cuales la mente es sometida en cada marcha del 20 de octubre.

Aunque son múltiples los elementos que pueden obtenerse de este tipo de acontecimientos, me circunscribiré puntualmente al contenido de uno de los tantos “grafitis” que esbozaron quienes conmemoraron la revolución de octubre de 1944.

El debate sobre espacio público, su definición, su regulación y sus dimensiones físicas son temas de polémica, adicionaremos entonces la variable “cuidado” del espacio público. La sexta avenida esta pasando por un proceso de transformación, de la cual existen diversas posturas al respecto sobre los impactos positivos y negativos que esto acarrea.
La reubicación de las ventas informales, el mantenimiento del ornato y la adición de algunos elementos particulares como esculturas varias.

Como era de esperarse el recorrido de la marcha del 20 de octubre sufrió algunas variaciones en la ruta establecida, encaminándose por la 7ma. Avenida, y no así sobre la 6ta. Avenida hasta culminar en la Plaza de la Constitución. Existía una cierta incertidumbre sobre los efectos pintorescos de los cuales la 6ta Avenida podría ser sujeto por parte de algunos miembros de la marcha. Tal y como las previsiones señalaban la sexta fue el lienzo público sobre el cual algunas personas decidieron hacer pintas con mensajes de protestas ante la situación nacional.
Continuando con la tradición las pintas que se pueden observan en la sexta son:
“Mc mierda” (en clara alusión a una cadena de comida rápida), “Mientras haya pueblo, habrá revolución”, “Arzú fascista”, “La sexta no es burguesa, es del pueblo” y “lucha de clases”, entre muchas otras.

Existen algunos elementos artísticos que colocaron recientemente en el Paseo de la Sexta; son unas curiosas formas felinas con acabados pintorescos bastante particulares; pero el objetivo de estas líneas no es hablar sobre formalismos técnicos, sino de establecer de manera comparativa el análisis que algunas personas dejan expresar a través de sus consignas.
Más allá del daño al que la propiedad pública y privada fue objeto mediante intimidaciones e insultos por parte de algunas personas, me referiré puntualmente a la dicotomía entre “arte” y “lucha” en la siguiente manera:
Sobre una de las esculturas que se coloco en la sexta avenida, una persona escribió: ¿ARTE?
En clara y deliberada interrogante sobre si ese particular objeto podía ser considerado como arte, ante lo cual se cuestiona, adicionando otros elementos concretos, la clara oposición al cambio sufrido en la sexta avenida, cuyos matices ideológicos resaltan a simple vista, tomando como complemente los demás mensajes impregnados en las paredes de la sexta avenida y adunado a la conmemoración que se realizaba el día de hoy.

Quienes ostentan la verdad absoluta en torno a que si la colocación de unas figuras felinas o esculturas abstractas son consideradas arte o no? Y justamente de ese deterioro premeditado hacia estos objetos surge la interrogante, quizá lacerante para algunos, sobre si la modalidad de pintas o grafitis representan formas de “lucha”.

“La sexta es del pueblo”….una de las consignas pictóricas que más llamo mi atención en el sentido de…¿quién o quienes son el pueblo? ¿Quiénes ostentan el privilegio de conformar la vanguardia popular? …Pues siendo coherentes con estas ideas de inclusión…SOMOS TODOS…el pueblo es el oficinista, el trabajador, el agricultor, el estudiante, el taxista, el chiclero, el burócrata, el empresario, el lustrador, el camionetero….SOMOS TODOS…entonces porque se adjudican de manera “heroica” la voz popular para reclamar la “des” privatización de la sexta avenida.

¿Por qué será que una de las acciones más recurrentes es el deterioro y perjuicio premeditado y deliberado del espacio público? Definitivamente existen males estructurales en nuestra sociedad; es correcto que la pobreza es uno de los peores indicadores en nuestro país….pero ¿será acaso que con una pinta o grafiti que diga “pan para el pobre” se acabaran dichos males?

¿Son estas formas legítimas para encarar procesos emancipadores?, ¿serán estas las mejores formas para encarar procesos revolucionarios que se siguen conmemorando pero que no se han podido traducir en una praxis política y social?
Para aquellos que consideran que las pintas son una forma de lucha, el argumento de la temporalidad limitada será el acabose de su sustento, porque su lucha terminará de manera fugaz con una “repintada” a las paredes pintarrajeadas.

Las pintas pueden ser en todo caso una mera forma de expresión “artísticas”….(igual que esas formas abstractas de arte, esas piezas felinas con colores psicodélicos o cualquier otra expresión de la mente humana) pero no una forma de una lucha social y política trascendental y menos cuando estas pintas se hacen dañando el espacio de TODOS Y TODAS, a través de intimidaciones y los infaltables insultos que son victimas aquellos que no desean que en sus paredes se enarbole un eslogan como “Lucha de clases”.

Este al igual que otros elementos, responden más a variables emotivas, que a planteamientos concretos, con una traducción a acciones en el plano social, cultural económico pero ante todo político para el cambio estructural al que Guatemala debe encaminarse.
Como sujeto en particular tengo derecho (al igual que las personas que pintaron en las paredes) a la libre expresión siempre y cuando esto no dañe, perjudique o violente las libertades y derechos de los demás….lección aún pendiente de aprender en nuestra sociedad.
Como diría un viejo proverbio…”el fuego no se combate con fuego”, la intransigencia de un burócrata que para algunos es considerado “fascista” no se puede combatir con la misma o mayor intransigencia e intolerancia al momento de dañar elementos que a la postre pueden ser para beneficio popular. Por ejemplo rescatar espacios públicos para la recreación del guatemalteco, quizá así dejemos de enclaustrar a la gente en recintos comerciales, a falta de espacios públicos de recreación y divagación cultural.

Arte o lucha. Innovación o costumbre. Lucha integral o escaramuzas temporales.
Dicotomías que debemos analizar de manera sesuda y racional, no reaccionaria y emotiva. Esta fue tan solo una de las tantas variables que podemos traer al debate de un hecho concreto, de un evento en particular, de una larga lista que esperan el papel y el lápiz para ser analizadas, pero ante todo prácticas reales concretas para ser modificadas.

Al final de cuentas la idea central, es la replicación de ideas, la generación de un debate pero ante todo la pronunciación de propuestas……siempre queda la puerta abierta para las opiniones.