En pleno siglo XXI la tecnología se ha difundido a tal grado, que es imposible no enterarse de los sucesos a nivel mundial. Para muchos la tecnologia - en todas sus expresiones- se ha convertido en una ventana al desarrollo, para otros una nueva forma de dominación del ser humano. Sea cual sea la percepción que se tenga, es indudable el auge que ha tenido, sea para bien o para mal. Entre sus ventajas esta -precisamente- la difusión de ideas más allá de lo regional, lo cual puede ser un bastión del conocimiento humano si consideramos la incuantificable acumulación de conocimiento que se ha compilado gracias a la existencia de pequeñas e intangibles unidades de información bautizadas como "bits".
Es cierto que algunas personas se han convertido en verdaderos expertos en cuanto al tema del internet y otros avances tecnológicos se refiere, sin embargo existe -incluyéndome- personas que tan solo gustamos de generar conversaciones, debates y discusiones ( para algunos vulgarmente denominado "terturlia") aprovechando este masivo medio de comunicación. Esto obviamente sin dejar el lado de recolectar vailosos puntos de vista de personas tan distantes que de otra forma sería imposible entablar comunicación. Hay para quienes estas oportunidades informáticas han sido herramientas fundamentales para llevar a cabo planes, proyectos y propuestas para generar cambios, en diversas áreas, y con diferentes grados de impacto.
Sea cual sea nuestro objetivo, tanto individual como colectivo, es necesario no vulgarizar o sobreestimar estos "avances"; por el contrario, simplemente utilizarlos como lo que son, medios, que nos permitan acrecentar el conocimiento, generar ideas pero ante todo la puesta en marcha de proyectos. Es así como la expansión de ideas se llevará a cabo en un lugar tan abstracto como desconocido, el cyberespacio. Para la mayoría la nueva forma de recabar valioso conocimiento.
